La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y su Impacto en la Cadena de Valor

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Jul 01, 2024Por Fátima Flores

En un mundo donde la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa cobran cada vez más relevancia, las empresas enfrentan expectativas y regulaciones en constante aumento sobre la gestión y el reporte de su impacto ambiental, social y de gobernanza (ESG). Una de las iniciativas regulatorias más importantes en este contexto es la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) de la Unión Europea. Esta directiva no sólo redefine los estándares de reporte de sostenibilidad, sino que también tiene implicaciones significativas para la gestión de la cadena de suministro.

¿Qué es la CSRD?

La CSRD, aprobada en noviembre de 2022, representa una evolución de la Directiva de Informes No Financieros (NFRD) adoptada en 2014. Esta nueva directiva amplía de manera significativa el alcance y la profundidad de los requisitos de informes de sostenibilidad. Esta directiva requiere que las grandes empresas y las entidades cotizadas en mercados regulados de la UE informen sobre una gama más amplia de indicadores de sostenibilidad, incluyendo impactos ambientales, derechos humanos, factores sociales y de gobernanza.

Las empresas afectadas por la CSRD deben preparar sus informes de sostenibilidad de acuerdo con las normas europeas de informes de sostenibilidad (ESRS), que proporcionan un marco detallado y estandarizado para la divulgación de información ESG. Este marco se alinea con las metas del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, impulsando a las empresas hacia una mayor transparencia y responsabilidad.


Impacto de la CSRD en la cadena de valor

Según las normas de la ESRS, la cadena de valor se define como: "...un conjunto completo de actividades, recursos y relaciones que la empresa utiliza y de las que depende para crear sus productos o servicios desde la concepción hasta la entrega, consumo y fin de vida. La cadena de valor incluye actores tanto aguas arriba como aguas abajo de la empresa. Los actores aguas arriba de la empresa (por ejemplo, los proveedores proporcionan productos o servicios que se utilizan en el desarrollo de los productos o servicios de la empresa). Las entidades aguas abajo de la empresa (por ejemplo, distribuidores, clientes) reciben productos o servicios de la empresa."

La comprensión del impacto ambiental está estrechamente ligada a las dinámicas de las cadenas de valor. En grandes cadenas de valor, hasta el 80% de la huella ambiental de una empresa puede provenir de factores fuera de sus operaciones directas.

Los proveedores afectan el impacto ambiental a través de la producción de materiales en las primeras etapas de la cadena, mientras que el uso de los productos por parte de los consumidores, especialmente en términos de consumo de energía, contribuye al impacto en las etapas finales.

El marco de la CSRD destaca la importancia crítica de las cadenas de valor en la evaluación de las emisiones de carbono y del impacto ambiental global. Esto requiere una recolección de datos precisa, que vaya más allá de las evaluaciones generales.

Los requerimientos de la CSRD para la cadena de valor son los siguientes:

1. Transparencia y Trazabilidad

La CSRD exige una mayor transparencia en toda la cadena de valor. Las empresas no solo deben reportar sobre sus propias operaciones, sino también sobre las prácticas de sostenibilidad de sus proveedores y socios comerciales. Esto implica una trazabilidad completa de los productos y materias primas desde su origen hasta el consumidor final.

Las empresas deben mantener un registro detallado de los datos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) de cada etapa de la cadena de valor. Esto incluye la identificación de todos los proveedores y socios, así como la recopilación de información sobre sus prácticas de sostenibilidad. Por otro lado, deben realizar evaluaciones y auditorías regulares de sus proveedores para asegurar el cumplimiento de los estándares de sostenibilidad. Esto puede incluir revisiones de documentación y la implementación de sistemas de monitoreo continuo para evaluar el desempeño ESG.


2. Evaluación y Gestión de Riesgos ESG

La CSRD también obliga a las empresas a evaluar y gestionar los riesgos ESG en su cadena de suministro. Las empresas deben identificar los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza asociados con sus proveedores y desarrollar estrategias para mitigarlos. Esto incluye la evaluación de riesgos como la deforestación, el uso intensivo de recursos, las violaciones de derechos humanos y las prácticas laborales injustas.

Para abordar estos riesgos, muchas empresas están adoptando prácticas de compras responsables, seleccionando proveedores que cumplan con estrictos criterios de sostenibilidad y estableciendo políticas claras de sostenibilidad en sus contratos y acuerdos de suministro.

3. Colaboración y Compromiso con los Proveedores

La implementación de la CSRD requiere una estrecha colaboración con los proveedores. Las empresas deben trabajar conjuntamente con sus proveedores para garantizar el cumplimiento de los estándares de sostenibilidad y mejorar continuamente las prácticas ESG. Esto a menudo implica programas de formación y desarrollo para los proveedores, ayudándolos a entender y cumplir con los requisitos de la CSRD.

Además, las empresas están estableciendo mecanismos de retroalimentación y evaluación continua, permitiendo a los proveedores reportar sus avances en sostenibilidad y recibir apoyo para mejorar sus prácticas.

4. Divulgación de información detallada

Esta divulgación debe ser comprensiva y precisa, cubriendo varios aspectos clave:

- Emisiones de Gases de Efecto Invernadero: Las empresas deben reportar exhaustivamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas en cada etapa de la cadena de valor. Esto incluye tanto las emisiones directas como indirectas, proporcionando una imagen clara del impacto ambiental global.
- Uso de Recursos Naturales: Además de las emisiones, las empresas deben informar sobre el consumo de recursos naturales, como agua, energía y materias primas. Esto ayuda a identificar áreas de alto consumo y a desarrollar estrategias para mejorar la eficiencia y reducir el impacto ambiental.
- Gestión de Residuos: La gestión adecuada de los residuos generados en la cadena de valor es otro aspecto crítico. Las empresas deben detallar los métodos de manejo de residuos, incluyendo la reducción, reutilización, reciclaje y disposición final, asegurando que las prácticas sean sostenibles y cumplan con las normativas ambientales.
- Impactos Sociales: La divulgación no se limita solo a los aspectos ambientales; también incluye impactos sociales, como condiciones laborales, derechos humanos y prácticas de inclusión y diversidad. Las empresas deben proporcionar información sobre cómo se gestionan estos aspectos en su cadena de valor, destacando las iniciativas y políticas implementadas para mejorar el bienestar social.
- Indicadores Clave de Desempeño (KPIs): Para asegurar una evaluación efectiva, las empresas deben establecer y reportar indicadores clave de desempeño relacionados con la sostenibilidad. Estos KPIs permiten monitorear el progreso y establecer metas claras para la mejora continua.
- Innovaciones y Mejoras Continuas: Las empresas deben destacar las innovaciones y mejoras continuas que están implementando en su cadena de valor. Esto puede incluir la adopción de nuevas tecnologías, procesos más eficientes y sostenibles, y la implementación de proyectos piloto que promuevan la sostenibilidad.


A pesar de los desafíos, la CSRD también presenta numerosas oportunidades. Las empresas que lideren en la implementación de prácticas de sostenibilidad pueden mejorar su reputación y ganar ventaja competitiva. La transparencia y el compromiso con la sostenibilidad pueden atraer a inversores y consumidores conscientes, impulsando el crecimiento y la lealtad a la marca.

Además, la innovación impulsada por la sostenibilidad puede llevar a eficiencias operativas y reducción de costos a largo plazo. Las prácticas sostenibles en la cadena de suministro, como la reducción del uso de recursos y la adopción de energías renovables, pueden resultar en ahorros significativos y mejoras en la eficiencia operativa.

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