COP16 2024: resultados y desafíos de la conferencia

Nov 05, 2024Por Fátima Flores

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La COP16, celebrada en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024, fue una cumbre clave para abordar la crisis de biodiversidad que enfrenta el planeta. Aunque se lograron avances en algunas áreas, también quedaron evidentes varios desafíos y problemas que la comunidad internacional deberá resolver para cumplir con las metas de conservación propuestas en el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal.

Principales resultados y acuerdos

  1. Revisión del marco global de biodiversidad Kunming-Montreal: Uno de los objetivos centrales fue evaluar el avance de los países en la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, que busca detener la pérdida de biodiversidad para 2030. Si bien varios países han alineado sus Estrategias y Planes de Acción Nacionales (NBSAPs) con estas metas, el progreso es desigual y el compromiso financiero sigue siendo una barrera importante. Este proceso de revisión dejó en evidencia que, sin una acción coordinada y acelerada, es poco probable que se cumplan los objetivos para 2030.
  2. Mecanismo de reparto de beneficios de la Información de Secuencias Digitales (DSI): En un intento por promover la equidad, la COP16 avanzó en el establecimiento de un mecanismo para la distribución justa de beneficios derivados del uso de información de secuencias digitales sobre recursos genéticos. Sin embargo, este mecanismo es voluntario, y algunos países expresaron preocupación de que esta falta de obligatoriedad limite su eficacia. Las naciones en desarrollo, que suelen ser ricas en biodiversidad, advirtieron que sin un sistema obligatorio, podrían seguir sin recibir una compensación justa por el uso de sus recursos.
  3. Reconocimiento de los derechos de las comunidades indígenas y locales: Un avance positivo fue el reconocimiento del rol fundamental de las comunidades indígenas en la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, el proceso para formalizar su participación en la toma de decisiones sigue siendo un desafío, especialmente en países donde estas comunidades carecen de representación política o donde sus derechos no están plenamente protegidos. 

Desafíos y problemas pendientes de la COP16

  1. Falta de financiación adecuada: Uno de los problemas más destacados fue la falta de consenso sobre una estrategia de financiación robusta para implementar las metas de biodiversidad. Aunque se estableció el objetivo de movilizar fondos, la cantidad y procedencia de estos recursos sigue siendo incierta. Los países en desarrollo insisten en que las naciones ricas asuman una mayor responsabilidad financiera, dado que estas últimas son las principales responsables de la degradación ambiental global. Sin embargo, los países desarrollados mostraron reticencia a comprometerse con aportes significativos sin una mayor claridad en la rendición de cuentas.
  2. Falta de mecanismos de monitoreo y evaluación eficaces:  La COP16 también destacó la ausencia de un sistema eficaz para monitorear el avance de los compromisos adquiridos por cada país. Aunque se aprobó la creación de un marco de seguimiento, aún quedan por definir los mecanismos específicos que permitan evaluar de manera precisa los avances en biodiversidad. Sin indicadores claros y reportes periódicos, el riesgo es que los compromisos queden en simples declaraciones sin consecuencias prácticas.
  3. Discrepancias en la gobernanza de los fondos para la biodiversidad: Además de la falta de recursos, persisten diferencias importantes sobre cómo deberían gestionarse los fondos destinados a la biodiversidad. Algunos países abogan por un enfoque descentralizado, en el que cada nación pueda decidir cómo utilizar los recursos, mientras que otros insisten en una mayor supervisión internacional para asegurar que los fondos se utilicen adecuadamente. 


Conclusión: Un camino aún lleno de retos


Aunque la COP16 logró avances en la conservación de la biodiversidad, quedó claro que los desafíos son numerosos y complejos. La falta de financiación adecuada, los compromisos no vinculantes y la ausencia de mecanismos efectivos de monitoreo y gobernanza son problemas que amenazan con socavar los esfuerzos globales de conservación. Si bien la COP16 representó un paso adelante, es evidente que la comunidad internacional deberá intensificar su compromiso para alcanzar los objetivos de biodiversidad para 2030.

La conservación de la biodiversidad requiere no solo voluntad política, sino también un financiamiento real y un compromiso con la rendición de cuentas. Si estos elementos no se fortalecen, la COP16 podría quedar como un esfuerzo más que, aunque bien intencionado, resultó insuficiente para enfrentar la crisis de biodiversidad que enfrenta el planeta.