Biodiversidad e innovación: el activo estratégico que las empresas no pueden ignorar

La biodiversidad proporciona mucho más que belleza natural: ofrece soluciones concretas a desafíos industriales, sanitarios, alimentarios y tecnológicos. Desde compuestos bioactivos extraídos de organismos hasta sistemas de organización inspirados en ecosistemas naturales, las empresas pueden encontrar en la naturaleza un laboratorio de ideas y oportunidades de mercado.

Biodiversidad: un límite planetario ya sobrepasado

La biodiversidad no es solo una fuente de inspiración, innovación y recursos: es una condición fundamental para la vida en la Tierra. Según el estudio Earth beyond six of nine planetary boundaries, publicado en septiembre de 2023 en la revista Science Advances, ya hemos transgredido seis de los nueve límites planetarios que garantizan la estabilidad del sistema terrestre. Uno de los más críticos: la integridad de la biosfera.

Este umbral, que se refiere a la diversidad genética y funcional de los ecosistemas, ha sido severamente comprometido por la actividad humana. La pérdida acelerada de especies, la degradación de hábitats y la presión sobre los recursos naturales están erosionando la capacidad del planeta para autorregularse.

Los científicos advierten que continuar en esta trayectoria puede desencadenar cambios abruptos e irreversibles en los sistemas que sostienen la vida y la economía global.

¿Qué beneficios empresariales ofrece integrar la biodiversidad?

• Innovación basada en la naturaleza: Muchas soluciones biotecnológicas provienen de la observación de la biodiversidad. Ejemplos clásicos incluyen el velcro, inspirado en las semillas de bardana, o los medicamentos derivados de plantas y hongos. La biomímesis es hoy un campo fértil para nuevos productos sostenibles.
• Reducción de riesgos operativos: Empresas que dependen de materias primas naturales, como la agricultura o la cosmética, encuentran en la protección de la biodiversidad una garantía de continuidad operativa.
  
• Mejora reputacional y atracción de inversores: Integrar la biodiversidad en los informes de sostenibilidad bajo estándares como el ESRS E4 de la UE puede fortalecer la transparencia y atraer a inversores conscientes del impacto ambiental.
• Cumplimiento normativo y acceso a financiación: Las nuevas regulaciones como la Directiva CSRD y la Taxonomía de la UE demandan a las empresas demostrar cómo gestionan sus impactos sobre la biodiversidad. Hacerlo no solo asegura el cumplimiento, sino que abre puertas a fondos europeos vinculados al Pacto Verde.

¿Cómo comenzar? Claves para integrar la biodiversidad en la estrategia empresarial

Incorporar la biodiversidad en la estrategia corporativa no se limita a cumplir con regulaciones o mejorar la imagen. Se trata de identificar, gestionar y aprovechar las interacciones entre el negocio y los sistemas naturales de los que depende.

Aquí compartimos una guía práctica en cinco pasos:

1. Diagnóstico de impactos y dependencias: El primer paso es realizar un análisis de materialidad que identifique cómo las operaciones de la empresa impactan la biodiversidad (por ejemplo, a través del uso de suelo, emisiones, residuos o consumo de recursos naturales), y cómo depende de ella (por ejemplo, en materias primas, servicios ecosistémicos como la polinización o la calidad del agua). 
2. Definición de objetivos estratégicos: Una vez entendido el punto de partida, se deben establecer metas claras y medibles. Estas pueden incluir la restauración de ecosistemas degradados, la reducción del uso de plaguicidas, la conservación de especies clave o la integración de soluciones basadas en la naturaleza. Es recomendable alinear estos objetivos con marcos globales como los de la Estrategia de Biodiversidad de la UE para 2030 o el Marco Global Kunming-Montreal.
3. Diseño de acciones e innovación: Integrar la biodiversidad requiere ir más allá de la mitigación de impactos: implica repensar productos, procesos y modelos de negocio. Algunos ejemplos pueden ser listados como la creación de envases biodegradables inspirados en estructuras naturales, apostar por insumos regenerativos, y desarrollar infraestructura verde en entornos urbanos.
4. Transparencia y rendición de cuentas: La sostenibilidad sin transparencia pierde fuerza. Reportar de manera estructurada conforme a los estándares de sostenibilidad como los ESRS (European Sustainability Reporting Standards), en particular el ESRS E4 sobre Biodiversidad y Ecosistemas, es fundamental para comunicar el progreso a inversores, clientes y reguladores.
5. Cultura interna y colaboración: El cambio debe ser transversal y participativo. Involucrar a los equipos de compras, innovación, sostenibilidad y comunicación. Además, colaborar con ONGs, universidades, comunidades locales y otras empresas puede acelerar la transformación y generar soluciones más sólidas.

Conclusión

Esto no es una advertencia futura: es una realidad presente. La biodiversidad ya está en crisis. Integrarla en las estrategias empresariales no es un gesto voluntario ni una opción estética, sino una necesidad urgente y estratégica. Proteger la naturaleza es proteger las condiciones que hacen posible el desarrollo, la innovación y la estabilidad a largo plazo.